Esto es lo que van a oír por nuestra parte los poderosos como respuesta en la calle.
Porque no creemos en políticos ni burócratas sindicales. Porque no creemos en su falsa representatividad, ni en su parlamento, ni en sus comités de empresa, ni en su dictadura impuesta por una supuesta mayoría anestesiada y manipulada por los medios de comunicación.
Sin embargo, empezamos a creer más en nosotras y nosotros mismos y en la fuerza de nuestras asambleas, donde nos organizamos y decidimos sin votos.
Empezamos a creer en la fuerza que nos da la lucha, que es la única herramienta de transformación real, ya que todos los partidos y sindicatos al llegar al poder incumplen sus promesas. Porque el poder corrompe. Porque no se trata de quien se sienta en el sillón, es el sillón el que está podrido.
Siempre nos han sobrado motivos para luchar, tomar la calle y cuestionar el gobierno y sistema en que vivimos, pero ahora nos sobran muchos más.
Pues somos quienes sufren sus reformas, sus ajustes, sus subidas de precios, sus bajadas de salarios y pretenden hacernos sentir culpables de una crisis y un sistema que no hemos gestionado. Pero a la hora de sacarlo adelante, parece que nos tienen demasiado en cuenta, tanto que sin nosotros y nosotras no funciona.
Somos más importantes de lo que creemos, de hecho somos imprescindibles a la hora de permitir que sus medidas se lleven a cabo puesto que, si las desobedecemos, ellos solos no pueden ponerlas a funcionar.
Aquí es donde debemos empezar a creernos lo que somos, valorar más la fuerza que tenemos y qué papel queremos adoptar. Sólo nosotras y nosotros podemos cambiar esto, sólo arriesgándonos podemos conseguirlo.
No dejemos que se apropien una vez más de nuestra lucha. Hemos llenado las plazas de barrios y pueblos de asambleas y ahora pretenden que lo olvidemos todo, que volvamos a la urna y el voto. Ni grandes ni pequeños, no nos fiemos de ningún partido. Su intención será siempre canalizar nuestra rabia y convertirla en escaños. No se muerde la mano de quien te da de comer y por eso ningún partido va a consentir un enfrentamiento directo con el sistema. Aprendamos de Grecia y de lo ocurrido en Syntagma. Si dejamos que se queden, algún día les veremos proteger el Congreso junto a la policía.
Recuperemos el “ no nos representan” .
Así, desde aquí proponemos un tipo de organización antiautoritaria, sin jerarquías , sin vanguardias ni iluminados; horizontal, donde las asambleas sean el único órgano de decisión, donde todos y todas participemos; autogestionada, sustentándose por sí misma, sin la esclavitud del salario y fuera del sistema, ya sea de forma autónoma o federada.
Bloque Antiautoritario. Manifestación 12 de mayo.
Sin siglas y sin banderas.
18.30 h Cuesta de Moyano (Atocha)
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